El paludismo, malaria o enfermedad del pantano, es una enfermedad febril aguda, zoonótica (transmitida a través de un vector), que puede transmitirse de persona a persona a través de sangre contaminada y de la madre infectada al niño en el período neonatal.
Es causada por parásitos que el ser humano lo adquiere por la picadura de mosquito hembra infectado del género Anopheles. El mosquito vive en agua pantanosa y aguas limpias, y puede picar por la noche, a diferencia del Aedes Aegyptus, transmisor del dengue que pica en el día y en el atardecer pero no por la noche.
En 2016, casi la mitad de la población mundial corría el riesgo de padecer el paludismo.La mayoría de los casos y de las muertes se registran en el África subsahariana entre otras, pero también se ve afectada la región de las Américas donde se incluye República Dominicana y Haití. Esta región,según la OMS registra una parte desproporcionada de la carga mundial de paludismo, teniendo en el 2016 el 90% de los casos y el 91% de los fallecimientos por la enfermedad.
Influye en la transmisión de la enfermedad el turismo de un país endémico a otro con menos riesgo dela misma, condiciones climáticas, acumulo de agua pantanosa, factores socioeconómicos como pobreza, entre otros.
Si el mosquito hembra del género anopheles pica a una persona enferma en fase de convalecencia de la enfermedad cuando se encuentra el gametocito en la sangre (forma contaminante para el mosquito) o el mosquito pica a una persona sana portadora de este parásito, como son aquellas que viven en países endémicos,adquiere en su glándulas salivares el parásito. Al picar a una persona sana la puede infectar, y en período de 10 a 15 días el paciente presenta las manifestaciones clínicas.
Los síntomas sugestivos de la enfermedad como vómitos, escalofrío, fiebre, sudoración profusa y dolor de cabeza, suelen aparecer entre 10 y 15 días tras la picadura del mosquito infectado. Puede resultar difícil reconocer el origen palúdico de los síntomas en los primeros días, pues estos pueden ser leves.
Si no se trata en las primeras 24 horas, la enfermedad puede agravarse y además de los síntomas antes mencionados puede haber anemia grave, deshidratación, insuficiencia renal,e incluso alteración del estado de conciencia, es decir falla multiorgánica,lo que habla de paludismo complicado y puede llevar a la muerte del paciente.
En las zonas donde el paludismo es endémico, las personas pueden adquirir una inmunidad parcial, lo que posibilita la aparición de infecciones asintomáticas. Por otro lado, algunos grupos de población corren un riesgo considerablemente más elevado que otros de contraer la enfermedad y presentar manifestaciones graves: lactantes, niños menores de cinco años, las embarazadas y pacientes con VIH/sida, así como los emigrantes no inmunes de zonas endémicas.
Lo más importante para evitar complicaciones por esta enfermedad es que el padre o paciente identifique los síntomas antes mencionados y vaya a su médico de inmediato, para que este pueda hacer diagnóstico y dar tratamiento oportuno.
La prevención debe hacerla recogiendo las basuras, evitando aguas estancadas cercas de las casas, utilizar mosquiteros, si es posible impregnados con insecticidas de larga duración, y fumigar los interiores de las casas con insecticidas de acción residual. Si va de viaje a países endémicos de la enfermedad, acuda al centro de salud más cercano para que le den medicamentos preventivos contra la malaria.
Recuerde siempre que la prevención siempre es mejor que la curación.
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